Viktor E. Frankl
1946
160 PP.
Viktor Frankl narra sus experiencias en los campos de concentración nazis durante la segunda guerra mundial; muchas obras se han escrito referentes al tema, la particularidad de Viktor radica en que lo narra desde un punto de vista psicológico y en ningún momento adopta el protagonismo que cualquiera en su lugar tomaría. Desde su publicación, este libro, ha sufrido algunas modificaciones por tal motivo vale mucho la pena el texto de José Benigno Freire que acompaña a este título y que sirve como antesala para ponernos en el contexto necesario para entrar de lleno a la obra, la cual está dividida en 3 fases:
Internamiento en el campo. En la que vemos el shock emocional de los judíos al verse despojados de todo y sin la menor idea de lo que les espera ahí dentro. Algunos entraron solo para dejar de existir el mismo día.
La vida en el campo. El hambre, el frio, el trabajo forzado acompañado la crueldad de los soldados y algunos judíos que actuaban como capataces. Aquí inicia la perdida de la esperanza y la degradación del individuo.
Después de la liberación. La difícil reinserción del individuo, el sobreviviente regresa a casa solo para descubrir que nadie lo espera, después de pensar que lo ha sufrido todo, se encuentra con que el sufrimiento no conoce límites.
La experiencia citada en este libro es interesante entre otras cosas porque su autor pudo haberla evitado, era un prominente psicólogo en Viena con una corriente alterna al psicoanálisis, tenía una visa para emigrar a los Estados Unidos, ahí podría trabajar y desarrollar su teoría además de escapar de los nazis, pero decide quedarse en Viena aun sabiendo el destino que le esperaba.
Son bien conocidas por todos las atrocidades que se cometían en dichos campos, lo sabemos por los libros y los filmes referentes al tema, la esencia de este libro no es acusar nuevamente esas terribles condiciones sino describir la conducta y reacción de los implicados, imaginemos a un individuo que lo ha perdido todo: familia, amigos, pertenecías y hasta la dignidad. Parecido a un esqueleto forrado con piel sin saber hasta cuándo estará recluido pero consiente que puede morir en cualquier momento; después de esta escena es lógico que uno se pregunte ¿Qué es lo que mantiene vivo a este hombre? Pues bien, Viktor asegura: "... al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino." Su obra es citada en libros de inteligencia emocional precisamente porque Viktor expone que solo aquellos que en esas terribles condiciones podían encontrar aún algún sentido a su vida fueron los que soportaron todo hasta el final y vivieron lo suficiente para ver el fin de la guerra y obtener su libertad.
